Sólo quedan dos objetivos: asegurar la clasificación para
la próxima Champions y ganar la FA Cup. Fallar en cualquiera de las dos es
declarar la temporada como fracaso y tirar la primera ficha de dominó de un
seguido de cambios que entonces serían inevitables.
Será imposible entender la continuidad de Wenger si no se
cumplen esos dos objetivos, que ahora mismo son perfectamente factibles. Aún
cumpliendo, habrá que hacer cambios, porque el equipo tiene problemas que lleva
arrastrando toda la temporada.