Acabamos de quedar eliminados de la copa de la liga, sin
duda nuestra mejor opción para ganar algo esta temporada, ...ante un equipo de
la cuarta división. Y no hemos merecido nada, a pesar de haber jugado con los
titulares.
Tengo la impresión de que los días de Wenger se terminan.
La temporada pasada, cuando parecía que todo iba fatal, tenía la fe de que con
sus dotes mágicas de entrenador iba a conjuntar al equipo y clasificarlo para
la Champions.
1.
Mertesacker impide una salida limpia de balón.
2.
Koscielny y Vermaelen no han cuajado bien de momento.
3.
Arteta va muy apurado por sus limitaciones físicas como
medio defensivo, y no hay otro (es decir, no hay ninguno).
4.
Casi todos los jugadores están sin confianza, y esto les
hace perder cualquier precisión técnica.
5.
Algunos jugadores parece que se escondan tras las
defensas rivales (Oxlade-Chamberlain, Gervinho, Walcott, etc).
6.
Hay jugadores desconectados porque están cerca de salir
(Walcott, Squillaci, Chamakh, Arshavin, etc).
7.
Cazorla no encuentra el sitio, porque acaba bajando a
recibir delante de la defensa; en ataque, parece que lo único que le importa es
disparar desde lejos en todas las jugadas.
8.
Cuando Podolski y Ramsey juegan en banda, sólo se ofrecen
a los laterales de espaldas a portería y nunca son una amenaza en profundidad,
además de no tener peligro en el uno contra uno.
De las pocas cosas buenas que recuerdo de esta temporada,
lo más destacable quizás sea la aparición de Jenkinson como alternativa sólida
de Sagna y futuro internacional inglés, la vuelta de Szczesny, Wilshere y
Rosicky, el nuevo contrato con Emirates y algunas promesas de la cantera como
Eisfeld y Akpom.
Jenkinson, gooner desde pequeño |
Mientras tanto, de fondo y en la cima de la clasificación
veo el United, que este año está realmente fuerte. Y si está fuerte es por van
Persie. ¿No habría sido mejor tener 30 millones de libras menos (24 de traspaso
y 6 de ficha), pero un jugador como él y haciendo aún de capitán, figura en la
que sin duda se le está echando en falta?
Puede que dentro de unos años, mirando atrás, se entienda
esta venta como el principio del fin de Wenger. También la venta de Cesc,
aunque aquella era esperada. Estos dos jugadores eran los pilares del llamado
“project youth”.
En tres semanas empieza el mercado de invierno, y tenemos
mucho que hacer. Un delantero caerá, probablemente Huntelaar o Demba Ba. Un
medio defensivo es posible también, me gustaría Capoué o M’Vila, aunque me temo
que tendremos que conformarnos con Diamé. Puede que también caiga la nueva
perla inglesa, Wilfred Zaha, aunque este de poco serviría esta temporada.
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