Con el mercado cerrado, siguen saliendo noticias. Una de
las últimas, la estrategia del Tottenham y de Daniel Levy, su presidente.
Al parecer, si el fichaje de Gareth Bale no se consumó
hasta las últimas horas del mercado de fichajes fue porque querían así impedir
que el Madrid pudiera traspasar a una de sus estrellas al Arsenal.
Al final consiguió eso último: el Arsenal no tenía ningún
fichaje estrella en el derby. Pero ganó igual. Si Levy quería conseguir un
ambiente envenenado como contra el Aston Villa en la primera jornada de liga,
no lo consiguió.
La gente estuvo puesta en el partido, y en nada más. Nada
de “spend some fucking money”.
De todos modos, eso no fue suficiente para Daniel Levy.
Cuando el lunes se enteró de que Özil iba a ser traspasado al Arsenal, llamó a
Florentino.
Al parecer, habían acordado alguna especie de asociación
o “partnership”. Y que el Madrid vendiera a Özil al Arsenal lo traicionaba de
algún modo, según Levy.
Así que le llamó enfadado, reclamando que hiciera algo
para no vender a una estrella a su rival. Florentino le dio largas. “Demasiado
tarde...”, dicen que dijo.
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