El mayor enemigo del Arsenal será esta temporada el
propio Arsenal. Así ha sido hoy. Cuando el Arsenal desarrolla bien su juego es
prácticamente imparable. Pero tiene otra cara que va apareciendo regularmente en
los partidos grandes: los nervios se apoderan de los jugadores, les hacen
perder la confianza y empiezan a jugar de forma imprecisa y con miedo.
Normalmente esta fase es superada en la segunda parte.
Algo pasa en el descanso, pero siempre salen con las ideas más claras del
vestuario. Empiezan a moverse otra vez, a llegar al área, a jugar con ilusión
de ganar en lugar de miedo a perder.
El Manchester United ha sido un equipo precavido. Lo
primero era defender, y sólo ha creado una oportunidad a parte del gol, que ha
venido tras un saque de esquina. Su mayor mérito: pegarse a Giroud a base de
golpes con el consentimiento arbitral y no cometer errores en el área propia.
Como pasó en los partidos del Arsenal contra el Dortmund,
la falta de profundidad ha vuelto a facilitar la presión del contrario. Se
hecha en falta a Walcott, porque es el jugador con más gol de la plantilla,
porque da sentido al movimiento de Cazorla, porque asiste a Giroud y porque no
permite que los equipos contrarios adelanten líneas.
En comparación, el United tenía a dos jugadores de
velocidad amenazadora a la contra: Rooney y Valencia. No les ha sacado mucho
partido, pero la posibilidad de conseguir el 2-0 en una contra aislada estaba
allí.
De hecho, cuando en el tramo final entraron Wilshere y
Gnabry, el Arsenal creó más juego que en todo el resto de partido junto.
Wilshere batía una línea, y Gnabry ya se estaba moviendo al espacio. Y Gnabry
es peligroso, no sólo por su velocidad, sino porque regatea cambiando de
dirección. Amenaza por fuera, amenaza por dentro, levanta la cabeza para pasar
atrás y tiene disparo con ambas piernas.
Es una lástima que Wenger no lo ponga más ahora que
Walcott, Chamberlain y Podolski están fuera, porque Gnabry, a pesar de ser un
jugador joven, no representa un riesgo para el equipo: defiende con muchísimas
ganas y con mucha inteligencia. Sin duda mejor que Walcott.
¿No habría sería mejor Gnabry en banda y Ramsey en su sitio? El medio
campo no funcionó, y no es el primer día que Arteta-Flamini no carbura. Entiendo
que Ramsey, Arteta y Flamini vengan antes que Gnabry en el orden para entrar en
el equipo. Pero si es mejor la diversidad de roles que Gnabry ofrece, también
Wenger debe ser valiente y saltárselo.
Antes que nada felicitarte. No sé como han pasado tantas jornadas sin acordarme de esto XD
ResponderEliminarCreo que el gran error de Wenger ha sido la desconfianza para afrontar un partido difícil con poco banquillo.Prefirió ser pragmático y salio con Flamini+Arteta, que alinear al que esta siendo su mejor hombre en su mejor sitio. Una vez que Ramsey volvió a la medular y salio Wilshere para juntarse con Cazorla y Özil y volver a generar el juego que le ha llevado a donde esta.
Ahora bien, si ese remate de RVP no va a gol, habría quedado como una enfrentamiento duro con un no mal resultado.
Todo en cuanto dices es cierto. Tengo ganas de ver otra vez a Walcott, Podolski y Chamberlain. Que le den a Wenger un poco de dolor de cabeza. Y que jueguen los auténticos cuchillos en banda. Y que Ramsey siente a Arteta o a Flamini.
ResponderEliminar