viernes, 27 de junio de 2014

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MALDITOS VERANOS


Esperas eternas y confirmaciones oficiales que se hacen esperar días. Fichajes fallidos por menos de un millón. Jugadores atados que se pierden porque otro club se adelanta en el último momento. No-fichajes con la excusa de que cortarían la progresión de un jugador joven. Salidas de los jugadores más importantes.

Así son los veranos en el Arsenal. Tiempo de frustración y de evitar ilusionarse con nada por miedo a una mayor decepción. Y ahora Cesc Fábregas al Chelsea, a Mourinho.