viernes, 2 de diciembre de 2011

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PIQUÉ DEBERÍA HABER SIDO SANCIONADO



Creo que Gerard Piqué debería haber sido sancionado con otro partido por el Comité de Competición, es decir, con el de sanción por acumulación de cinco amarillas y otro por forzar la quinta.

Eso es lo que dice exactamente el reglamento:

"El futbolista que en el transcurso del partido provoque la quinta amonestación a que hace méritos el presente artículo, podrá ser sancionado, además de con la sanción prevista en el párrafo primero de este artículo, con un partido adicional de suspensión y multa accesoria en cuantía de 600 €.


Para la determinación de la intención del futbolista se tendrán en cuenta circunstancias tales como la naturaleza de la regla del juego infringida, la actitud del futbolista durante el encuentro, etc. a tal efecto, el árbitro del encuentro estará habilitado para hacer constar tal circunstancia en el acta arbitral."

La prensa de Barcelona ha hecho campaña para que no fuera sancionado, mientras acusaba a la prensa de Madrid de hacer campaña para que Piqué fuera sancionado. Justificaban que no debía ser sancionado porque no había precedentes. La verdad es que no los había, pero porque sólo hace cosa de un año que existe esta normativa.

También se comparaba el caso de Piqué con los de Barkero y de Xabi Alonso, que tampoco no tendrán un partido extra de sanción por haber forzado la amarilla. En mi opinión ninguno de los dos merecía el partido extra: Barkero se perderá el partido contra el Barça, cosa que dudo que quisiera hacer, y su amarilla fue bastante dudosa ya que le toca el balón en la mano cuando saltaba para rematar de cabeza. El caso de Xabi Alonso aún es más evidente: cuando le enseñan la amarilla, el partido contra el Atlético estaba 1-1, y era el minuto 40 de la primera parte.

Pérez Lasa sabía lo que pasaba, y se equivocó en su acta arbitral
El caso de Piqué es distinto. Que fuerza la tarjeta amarilla para asegurarse de no estar sancionado para el partido del Bernabéu es evidente. El resultado en aquel momento era de 4-0, y cuando se dirige a sacar una falta que normalmente sacaría rápidamente en corto sin más, empieza a hacer el burro hasta que el árbitro no tiene más remedio que amonestarle. Las caras de todos los protagonistas demuestran que todos sabían lo que estaba pasando.

El Comité de Competición ha justificado su decisión diciendo que el árbitro no hace constar en el acta arbitral que Piqué forzara la amarilla. Cosa que aún es peor. El Comité de Competición hoy ha perdido credibilidad, si es que nunca ha tenido, y ha mostrado su cobardía e irresponsabilidad al escudarse tras el árbitro del partido, Pérez Lasa, que según el reglamento no tiene por qué señalar esta circunstancia, aparte de que el hecho de que no la señale no significa su inexistencia. En definitiva, decisión equivocada y justificación cobarde.


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