miércoles, 31 de octubre de 2012

0

ARSENAL BACK FROM THE DEAD: CRÓNICA DE UN PARTIDO INCREÍBLE




Me he dormido, mierda. Aún tambaleando me levanto y enciendo el ordenador. Busco el resultado en la web oficial, cuesta de creer: 4-1 a la media parte, perdemos en el campo del Reading. Otra vez este equipo decepcionante. Es patético ya. No sé si he tenido mala suerte de dormirme y perderme medio partido o buena suerte por no haber tenido que aguantar ese lamentable espectáculo que seguro que ha sido.

Bueno, empieza la segunda parte. Me pongo a verlo por internet, como siempre. Pasados diez minutos pienso que tampoco están jugando tan mal. Al menos en ataque, que ha sido lo preocupante últimamente. Defensivamente se ve que no están cómodos, seguro que Wenger les ha metido una buena bronca.

Minuto 60, hay un doble cambio. Cosa extraña, porque Wenger acostumbra a esperar al minuto 70. Entran Giroud y Thomas Eisfield. Salen Frimpong y Gnabry. Gnabry es atrevido, pero no se puede contar con un chaval de diecisiete años para intentar remontar un partido así. Frimpong esta siendo lento por lo que he visto, interrumpe la verticalidad necesaria para poder hacer algo más.

Al menos hay un aspecto positivo. El Reading se lo cree de verdad, y están presionando muy arriba. Eso nos da problemas, pero también puede darnos oportunidades a la contra. Parece que se han olvidado de que juegan contra el Arsenal, rompiendo el libreto habitual de la mayoría de equipos: encerrarse atrás hasta perder, hasta que se termina en empate o consiguiendo una victoria fortuita.

Gol, sí. Marca Giroud, y aún queda casi media hora. Si marcamos con al menos diez minutos restantes tendremos una posibilidad, que es todo lo que se puede pedir después de ir perdiendo por 4-0.

Hay ocasiones, pero no marcamos por poco en un par de ellas. El Reading sigue intentando presionar, pero ya no crean ningún peligro. Parece que tanto ir arriba se han olvidado de defender. Dejan muchos espacios. Esto hay que aprovecharlo, el partido no está perdido aún.

Estamos casi al 90. Si no marcamos ya, no tendremos ni una ocasión para empatar. Córner que parece el décimo en el partido, el tercero casi seguido. Otra vez saca Arshavin. No sé cuantos ha metido ya tan mal al primer palo que hasta yo podría despejarlos. Pero este va más alto, a Koscielny... gol, sí. Hay partido, queda un minuto y el añadido. ¡Vamos!

De cuatro minutos añadidos, han pasado ya cuatro y medio. Hemos tenido una ocasión de Walcott, pero la defensa la ha desviado y del córner no ha salido nada. Antes y después de esta ocasión ha habido dos minutos y dos minutos en los que el Reading ha protegido el balón cerca de los banderines de córner. No quiero hacerme más ilusiones, porque sé que la oportunidad ya ha pasado y que el árbitro va a pitar después de este saque de portería. La despeja el Reading otra vez. Pelotazo arriba, ahora sí que ya está. Saque de banda. Quito la pantalla completa para cerrar el partido en cuanto se oiga el pitido. Pienso que si no pita al sacar de banda va a dejar colgarla y pitará si el Reading despeja.

Se saca de banda, alguien centra al área, Chamakh la deja muerta. Le cae a Walcott el balón, que tira cruzado. El portero no ha llegado, pero un defensa la ha detenido. Me ha parecido que justo había pasado la línea de gol. Tiene que ser gol. No importa, desde la derecha ha llegado Jenkinson y ha metido la pelota dentro sin discusión. Hay confusión. El estadio está callado. El árbitro está indicando algo pero no estoy seguro. En la repetición se ve como el defensa la había detenido con la mano. Entonces veo claramente que los jugadores del Arsenal están celebrando el gol, así que tiene que haberlo dado. Sí, ¡gol! Esto es increíble, no pensaba que lo pudiéramos lograr.

El comentarista dice que hay prórroga, creía que habría partido de vuelta si había empate. Preferiría que se decidiera en el Emirates, pero tampoco pasa nada. La inercia hará que ganemos ahora. Ocho minutos dentro de la prórroga y marca Chamakh. Buena jugada colectiva que termina en un disparo potente del que parecía que no sabía chutar.

Hay más ocasiones, pero no conseguimos marcar. Parece que tenemos el partido controlado, aunque el Reading ha estado a punto de marcar una vez. Una jugada por la izquierda del Reading termina en un centro no defendido, cosa que nunca se debe hacer. El balón cae en la otra banda. Un jugador hace un centro-chut. Pogrebnyak, el único jugador que conozco del Reading, remata a bocajarro y empata. 5-5

No pasa nada, tengo la impresión de que podemos marcar si queremos, aunque la idea de ir a jugárselo a la tanda de penaltis me da escalofríos. Cuando perdíamos no importaba nada, una derrota ridícula más en un historial creciente. Pero ahora tenemos algo que perder, porque los jugadores han hecho un gran trabajo al remontar un partido así. Y realmente no se ha notado a ninguno de ellos ningún tipo de pasotismo, al menos a partir del segundo tiempo, que es lo que he visto.

Ahora mismo ya ni recuerdo cómo ha sido el 5-6, veo que ha sido de Walcott en la web. En cualquier caso es lo que decía, podíamos marcar si queríamos. Dos minutos más tarde, un balón despejado -mientras el realizador se fija en la cara del portero Emi Martínez, después de que Wenger le meta una bronca desde el banquillo por tirar el balón arriba para intentar hacer otro gol- supera al último y único defensa del Reading que calcula mal y lo controla Chamakh. El portero está saliendo del área, y el delantero marroquí le tira una vaselina que termina en gol.


Después del saque, el árbitro pita el final. La cara del entrenador del Reading lo dice todo, pero peor es la de su propietario: pura decepción. Los jugadores del Arsenal están satisfechos y muy cansados, pero no están eufóricos. Lo estaban al hacer el 4-4, y también el 5-6. Ahora recuerdo este gol, de Walcott, y su celebración. Un contraataque que el Reading ha permitido otra vez más, y eso que justo acababan de empatar a cinco y la tanda era lo máximo que podían pedir en aquel momento. En el fondo los jugadores del Arsenal saben que no deberían haber llegado a este punto. Van a aplaudir a los aficionados que se han desplazado y han aguantado esta lluvia, de agua, de goles y de emociones. Ellos son los héroes reales de esta noche. Ni cuando peor pintaban las cosas han dejado de animar. Un aplauso para ellos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario