domingo, 20 de febrero de 2011

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ANÁLISIS ARSENAL VS BARÇA

El partido fue para recordar, de una intensidad increíble. Para mí, fue lleno de emociones, de esos en que se entiende por qué en algunos campos de Inglaterra no se sientan en todo el partido. En resumen, no apto para cardíacos (si se es hincha de uno de esos equipos), lo que en mi caso me hacía imposible hacer un análisis del encuentro.

Así pues, tocaba volver a ver el partido. Después de haber vuelto a ver el partido, es hora de un análisis en más profundidad.


El pre-partido

Muchos eran en Inglaterra los que incitaban, a través de periódicos y de otros medios de comunicación, al Arsenal a cambiar su estilo. Quizás tenían sus razones para pensar que eso podía ser efectivo. El Arsenal el año pasado no intentó cambiar nada en su manera de jugar, y terminó perdiendo por un global de 6-3 y un Barcelona dando una sensación de mucha superioridad.

En cambio, el Barça había quedado eliminado ante el Inter, que había hecho una defensa memorable. También había tenido problemas, y muchos, para eliminar al Chelsea el 2009, y un año antes había quedado eliminado en semifinales ante el Manchester United: ambos equipos habían salido con el plan de defenderse e intentar marcar algún gol a la contra.

Por supuesto, Wenger no cambió ni un ápice su modo de ver el fútbol y de intentar ganar los partidos. La verdad, no me esperaba otra cosa. El partido que el Arsenal debía intentar jugar era el del Chelsea en casa de esta temporada, que terminó en 3-1. Entonces el Arsenal presionó arriba, jugó duro contra un equipo mucho más fuerte y terminó empujando a los blues hacia la mala racha en la que hasta hace pocas semanas se encontraba.

Por parte del Barcelona, no había dudas de su plan de partido. Salir al ataque, intimidando al contrario. Presionar arriba, asumiendo riesgos, para recuperar rápido. Tener ocasiones rápidas y mantener la posesión de balón durante largos períodos de tiempo: las ocasiones terminan llegando, y con ellas, los goles.

Las notas

  • Szczesny: Tranquilo; 7’5. Paró lo que debía parar, y alguna que era de más mérito. Transmitió tranquilidad a su zaga y aguantó el chaparrón con estilo en el debut más difícil posible en Europa.
  • Eboué: Descontrolado; 4. Autor de innumerables pérdidas de balón, se equivocó en la creación de juego: dos de las ocasiones de Messi fueron por pérdidas suyas. En ataque no cuajó bien con Walcott, y le faltó claridad de ideas.
  • Djourou: Correcto; 6’5. No cometió errores, y fue limpio en la salida de balón. Guardó la línea cuando Koscielny seguía a Messi, y ocupaba los espacios mientras estaba pendiente de los desmarques a su espalda.
  • Koscielny: Nervioso; 6. Era su debut en una eliminatoria de Champions, y ante una oposición imponente. Empezó nervioso, dudando de cuándo marcar la línea del fuera de juego o cuándo seguir al jugador. Se tranquilizó en la segunda parte, y acabó anticipando muchas de las jugadas blaugranas y empezando él mismo el contraataque.
  • Clichy: Inconstante; 6. Rompió el fuera de juego en el gol de Villa, pero dio la asistencia en el gol de Van Persie. En lo demás, estuvo correcto, aguantando perfectamente las incisiones de Pedro y Alves hasta que llegaban las ayudas.
  • Song: Perdido; 3. Nunca parecía estar en el lugar correcto: demasiado adelantado en la creación de juego, sin desmarque de apoyo; demasiado tarde en defensa, cometiendo demasiadas faltas. Se jugó la expulsión con muchas faltas que, a pesar de no ser muy fuertes, ponían presión al árbitro por reiteración.
  • Wilshere: General; 9. Sólo hizo una pérdida, cuando Song y  Eboué le dejaron vendido. El resto del partido, tomó todas las decisiones correctas, hizo circular el balón con rapidez y ocupó muchísimo espacio en el centro del terreno de juego.
  • Cesc: Impreciso; 6’5. Tuvo oportunidades para ser decisivo, pero su primer toque le dejó mal. Sin embargo, lideró el equipo en su espíritu en la remontada y fue creciendo empujando al Arsenal. Dio un gran pase a Nasri en la jugada del gol de la victoria, pero seguro que esperará estar más fino en el Camp Nou.
  • Walcott: Sin espacios; 6’5. Para ser decisivo necesitaba buscar la espalda de la defensa, pero la presión en el centro del campo por parte del Barça dificultaba que le lanzasen pases. Sin embargo, cuando recibió al pié consiguió crear peligro, y en defensa fue generoso, ayudando a un necesitado Eboué.
  • Nasri: Polivalente; 6’5. Jugó adelante en banda, después pasó a ser mediocentro; en ambas posiciones rindió. No fue su partido más brillante, ya que volvía de una lesión muscular, pero se sacrificó por el equipo: dio salida de balón, corrió al contraataque y dio una inestimable ayuda a Clichy en defensa.
  • Van Persie: Genio; 7’5. Le faltó precisión en sus controles, y hasta el gol falló jugadas que normalmente convierte en gol. Cuando parecía que lo tenía más difícil y que centraría, se sacó un latigazo para empatar el partido y dar alas al Arsenal. Estará decepcionado con su partido, y esperará con muchas ganas la vuelta en un partido para consagrarse internacionalmente.
  • Arshavin: Desequilibrante; 7’5. Se mostró activo y dispuesto a correr. Entró por Song, mandando a Nasri al centro del campo. Marcó el gol de la victoria en una jugada que hace dos semanas habría mandado a la grada, y estuvo a punto de fastidiarlo todo en la última jugada, fallando un cabezazo fácil que le rebotó en la mano.
  • Bendtner: Amuleto; 6. Entró y llegaron los goles del Arsenal. No participó mucho en el juego, pero su presencia y nuevas energías mantuvieron a Abidal y Maxwell ocupados.


  • Valdés: Irregular; 6. Paró la primera ocasión de Van Persie en el minuto 6, pero después la pifió en el gol del empate, recordando el falló en el gol de Juninho en octavos de dos años antes. En el otro gol no podía hacer nada, y se mostró seguro durante el resto del partido, blocando balones al área y distribuyendo con rapidez.
  • Alves: Egoísta; 4. Se concentró demasiado en ataque para estar consistentemente fuera de lugar en defensa, dejando grandes espacios en su carril. Quedó retratado en el gol de Arshavin; en todas las repeticiones se ve como no se esforzó cuando pudo haber impedido que el ruso llegase solo al área.
  • Piqué: Superado; 5’5. Encargado de marcar a Van Persie, estuvo demasiado solo, preocupado con los muchos recursos del holandés. Su tarjeta amarilla, tan tonta como innecesaria, resume su partido, y le hará perderse la vuelta. Al final, Robin terminó marcando un gol y teniendo otras buenas oportunidades.
  • Abidal: Rescatador; 8. Salvó en el último segundo jugadas que podrían haber terminado en gol del Arsenal. Estuvo acertado en la salida de balón, mostrando su veteranía y experiencia en partidos internacionales de alta tensión. No cometió errores, y consiguió tapar muchos de los huecos que dejaban sus compañeros.
  • Maxwell: Concentrado; 6’5. Estaba señalado como el encargado de parar a Walcott, y lo consiguió dejándole recibir al pie. Fue limpio en la salida de balón, y sincronizó bien sus subidas al ataque. Sin embargo, en el tramo final no ayudó a terminar las jugadas, y perdió balones cuando el Barça necesitaba mantener la posesión para aguantar el resultado.
  • Busquets: Comandante; 8’5. Fue el mejor del Barça. Distribuyó de forma efectiva, recuperando balones y, sobre todo, no perdió ninguno. A pesar de que no hizo demasiada gala de su repertorio teatral, desquició a los jugadores del equipo londinense. Terminó siendo el único del centro del campo que no quedó retratado al final, y el único con una forma física suficiente para aguantar todo el partido.
  • Xavi: Cansado; 6’5. Ayudó al Barça a hacerse con la pelota en el primer tiempo, mandando y ordenando en los mejores momentos blaugranas. En la segunda parte las fuerzas le empezaron a fallar, y terminó desaparecido cuando el Arsenal remontaba. No aportó en defensa, y por eso el equipo se fue partiendo paulatinamente.
  • Iniesta: Anónimo; 5’5. Durante el primer tiempo participó en el movimiento de balón, pero en posiciones inofensivas. Al igual que Xavi, estaba demasiado cansado en el segundo tiempo, y a pesar de sacrificarse luchando en banda, era evidente que no aportaba en la transición defensiva.
  • Pedro: Desaparecido; 5’5. No rascó balón, y con el Barcelona gozando de largas posesiones en la primera parte debería de haber tenido un mejor rendimiento ofensivo. Estuvo activo en la presión, como siempre, y debería de haber sido cambiado para intentar calmar el partido en el tramo final.
  • Messi: Fallón; 6’5. Tuvo ocasiones para sentenciar el partido, pero las falló. Dejando aparte el gol incorrectamente anulado, sigue sin marcar en Inglaterra. Se le vio más preocupado por marcar que por el equipo, intentando resolver individualmente cuando veía que el Barça no abría la defensa circulando el balón.
  • Villa: Incisivo; 8. Buscó los espacios a la espalda de los centrales para aprovechar que el Arsenal jugaba muy adelantado, y terminó siendo el más efectivo del Barça. Marcó el gol y combinó bien con Messi, siendo de los pocos jugadores que intentaban aprovechar las recuperaciones en zonas adelantadas.
  • Keita: Invisible; 5’5. Entro en lugar de Villa en el minuto 68, mandando a Iniesta adelante. Guardiola le introdujo para intentar impedir que el equipo se partiese, pero fue un fracaso absoluto. Desde su entrada el partido se volvió loco, el Barça perdió posesión y tampoco aprovechó para hacer alguna falta táctica que podría haber evitado un gol.
  • Adriano: Testimonial; 5’5. Entró en el minuto 89 por Iniesta, y no influyó lo más mínimo en el partido.


Conclusiones

Un partido para ver una mil veces. Intensidad, remontada, y una rivalidad formándose dentro y fuera del campo. Dos equipos de estilo similar jugaron a puñetazo limpio, a ver cuál aguantaba más.

El entorno fue mágico. El Emirates Stadium, Ashburton Grove para muchos aficionados, necesitaba una noche mítica  en Europa. Ha tenido noches de decepción, y otras en que la oposición no había dado la talla: esta vez será recordada como la primera de otras muchas que vendrán.

Ahora queda la vuelta. Como ya dije en el resumen de ésta primera jornada europea, para mí la eliminatoria está al 50% para cada equipo. El Barça tendrá que remontar, algo que aún no ha hecho con Guardiola, y está acumulando lesiones.

Por su parte, el Arsenal sigue con su calendario terrorífico. Las rotaciones son la norma de esta temporada en el equipo de Wenger. Todos los jugadores están considerados igualmente válidos, de modo que no tendrá problemas en poner los titulares si en un encuentro de copa tiene un partido difícil.

Sin ir más lejos, el día 27 hay la final de la Carling Cup. El Arsenal la jugará en Wembley contra el Birmingham City. No lo tendrá fácil, pero parten como favoritos. El título daría alas a un equipo falto de experiencia ganadora, y más confianza si cabe para el encuentro de vuelta en el Camp Nou.

Para ir finalizando, unas notas sobre el partido en sí. Aunque mucho se ha dicho, he oído bastantes análisis con los que personalmente no estoy de acuerdo. En las tertulias barcelonistas, sobretodo en radios, se ha dicho que el Barça jugó por debajo de su nivel, y que el Arsenal lo hizo por encima de suyo. Es decir, una vez más parece que el Barça lo tiene tirado para pasar.

En mi opinión, ambos equipos hicieron un buen partido, acorde con lo esperado. Sin embargo, he visto cosas a mejorar en las dos partes.

Empezando por el Arsenal, hubo problemas en medio campo. Dejando aparte la creación de juego, que a veces era insuficiente y otras veces terminaba superando la primera línea de presión barcelonista y terminando en ocasiones claras, la preocupación de Wenger debería ser en fase defensiva.

A pesar de cerrar bastante bien las líneas, algunos jugadores no presionaban suficientemente encima. Mientras que los jugadores del Barça pasaban el balón y se movían, faltó intensidad al achicar e impedir que Xavi, el jugador clave para la circulación de balón, pudiese recibir tan fácilmente. Esto habría hecho recular al Barça, que tendría que haber retrasado líneas para no arriesgar tanto en zonas potencialmente peligrosas.

Por parte del Barça, los principales problemas fueron dos. Uno, la finalización, que es una cuestión de tiempo que quede resuelta. El segundo, las transiciones. En la ofensiva no es raro que el Barça no sea muy efectivo, ya que normalmente en cuanto llega el balón a Xavi o a Iniesta se para el contraataque.

La más preocupante, sobre todo si juegas contra el Arsenal, es la defensiva. Con dos hombres en medio campo que mancan de capacidad de subida y bajada (Xavi e Iniesta), tienes que buscar algún tipo de solución alternativa. También Alves jugó un partido malo en defensa, y siendo de los pocos que tiene capacidad atlética para cubrir muchísimos metros, seguro que Pep confiaba en que parte de la transición quedaba resuelta con su ayuda.

Por otro lado, la primera línea de presión no tuvo la efectividad habitual. Los jugadores del Arsenal la atravesaron bastantes veces, terminando en sprints hacia la propia portería. De seguro que eso influyó en la falta de energías en el tramo final del encuentro, y va a ser determinante en la vuelta cómo Guardiola soluciona esto: necesitaran presionar arriba para remontar, pero, dada la calidad en la salida de pelota de los gunners, significa un riesgo muy grande; un riesgo que podría dar a los londinenses el pase hacia los cuartos de final.


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