¿WAKA-WAKA?

Estos dos últimos días han sido un poco locos. No en la vida de las personas normales, sino en la de los redactores de los diarios y revistas, sobretodo del corazón.

La famosa foto

Supongo que ahora mismo ya todo el mundo ha visto la foto en que salen Puyol, Piqué y más gente. Entre esta gente estaba Shakira, Malena Costa (la novia de Puyol) y un tal #eldeloscuadros (al parecer bastante famoso en Twitter).

Por supuesto, los rumores entre Piqué y Shakira han sido continuos desde hace ya unos meses. No quiero hacer una crónica rosa, porque no me importa en absoluto lo que hagan los futbolistas en su vida privada.

La verdad sólo me importa qué el futbolista ponga su salud y preparación por delante de todo. Y eso no tiene porqué excluir alguna que otra fiesta, mientras que sea racional. No quiero pecar de ingenuo, porque sé que hay muchos, quizás la mayoría, que no se lo toman tan en serio cómo a sus clubes les gustaría.

En realidad, he pensado este artículo porque me ha venido una reflexión viendo la tolerancia de tanta actividad pública extradeportiva.

He recordado a Ronaldinho. Al principio, mientras no estuvo clara la bajada de rendimiento, se le permitía mucho. No eran casos aislados, y acabo pagando las consecuencias de una vida que sin ninguna duda no era la adecuada para su carrera.

Cuando el derrumbe era evidente, empezaron a salir cosas a la luz. Me imagino que alguien estaba harto de su mala actitud, y quizás quería así empezar a forzar su salida. Todas las veces que se quedaba en el gimnasio, lesiones, noches sin pasar por su casa… seguro que me dejo infinidad de cosas que salieron a la luz.

No estoy diciendo que Piqué vaya por el camino de Ronaldinho, ni mucho menos. Tampoco lo estoy negando, porque no tengo ni idea. Lo que está claro, es que ahora tiene mucha fama y, como su rendimiento deportivo individual y colectivo es bueno, historias como esta no pasan de ser divertimentos de la prensa.

¿Qué pasará el día que los resultados en el campo dejen de llegar? La afición del Barça es cruel, aunque ahora todo parezca de color de rosa (nunca mejor dicho). Seguramente un día a Piqué le lloverán críticas, pero para prevenir de que estas sean muy fuertes, le daría un consejo: Piqué, deja el Twitter, y si lo que dicen de tú y Shakira es real procura ser tan elegante y discreto como ella.