Este fin de
semana tenemos una nueva jornada. Una más en Inglaterra, Francia o Alemania. La
segunda en España. La primera en Italia. Pero va a ser este sábado cuando la
temporada empiece realmente.
Es ahora,
cuando el período para fichajes se ha terminado –y este año no ha sido el más
sonado, aunque seguramente ha vuelto a batir récords en gastos- y hemos pasado
el maldito parón para selecciones, que el fútbol empieza a oler a fútbol.
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| Kun Agüero, el fichaje más caro |
Ahora que lo pienso, ya sé porque la FIFA pone estos partidos de selecciones justo al principio de septiembre. Durante toda la temporada, los jugadores sufren lesiones. Pero claro, al inicio de la pretemporada, los equipos están más o menos sanos porque los jugadores vuelven de vacaciones descansados y recuperados.
Y ya sabemos
que si de algo se preocupa la FIFA, es de que la tradición en el fútbol siga
intacta. Y claro, con las fechas FIFA, llega el temido “virus FIFA”. Así
consiguen que todo el mundo empiece su calvario particular con las lesiones,
como el resto de temporada.
Pero volvamos
al tema que nos interesa, el fútbol. Después del fin de semana también empieza
la fase de grupos de la Champions League. Y a partir de aquí, los partidos vienen
uno tras otro sin parar, con semanas y semanas consecutivas de partidos el fin
de semana y entre semana.
Hablando de la
Champions, creo que el último equipo en ganarla fue el Barça, con su estilo
peculiar. Esta vez, sólo me centraré en las cosas buenas de este estilo, sin
mencionar ningún tema de árbitros ni simulaciones ni nada de eso. Vaya, ya lo
he hecho.
De cualquier
modo, sigo queriéndome centrar en los aspectos futbolísticos. Este verano he
estado pensando, viendo partidos poco importantes, tan poco importantes que ni
siquiera recuerdo cuáles eran.
Al final, me
he preguntado: ¿es posible que el fútbol esté evolucionando ante nuestros ojos?
Pero no una evolución como la de un nuevo sistema táctico, por ejemplo el
4-2-3-1. Una evolución significante, que cuando termine de expandirse a la gran
mayoría de los equipos, nos haga pensar que casi cualquier conjunto de nueva
generación ganaría a cualquier de la anterior.
Una
revolución, de hecho. Tal y como en su día Rinus Michels cambió el fútbol, y
más tarde Arrigo Sacchi le dio otra vuelta de tuerca.
Quizá es que
cada vez que hay un equipo absolutamente dominador, es porque éste ha sido el
primero en evolucionar, y el que hará evolucionar a los otros. De todas formas,
ahora hay uno de estos equipos: el Barça de Guardiola.
La cuestión
es: ¿cuál es este nuevo estilo?, ¿qué tiene de particular que le hace superior?
Los jugadores del Barça también tienen puntos débiles: no tienen una gran
estatura ni tienen mucha fuerza, y los mediocentros tampoco son rápidos. ¿Por
qué los contrarios no consiguen hacerles pagar por eso?
La verdad, no
lo sé. Y creo que es pronto para decirlo.
Lo que en
realidad estoy esperando es a que llegue esta nueva edición de la Champions.
Básicamente, porque este año la jugaran también el Manchester City y el
Borussia Dortmund.
El Manchester
City no creo que forme parte de esta revolución, aunque tendrán el dinero para
sumarse cuando quieran. Pero el Dortmund está en otra fase mucha más avanzada.
Juegan con un
dinamismo endiablado, tienen desborde, velocidad, todos mantienen el balón y
son realmente emocionantes de ver. Sobre todo en casa, en el Westfalenstadion o
Signal Iduna Park.
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| Die Südtribüne, Westfalenstadion, la grada sin asientos más grande del mundo |
En resumen, la
superioridad que demostraron durante la última Bundesliga recordó mucho al Barça
del primer año de Guardiola. ¿Serán los siguientes en subir a este tren?
Lo veremos
durante esta temporada, que se presenta muy interesante.
Y hay que
recordar que al final también habrá la Eurocopa 2012, que se jugará en Polonia
y Ucrania. Veremos allí si la selección española puede seguir la estela del
Barça. O si Alemania o Holanda, sin duda las otras dos selecciones más fuertes,
consiguen esta vez superar a “la Roja”.
Esta nueva
temporada empieza ahora. Será otro capítulo en la historia del fútbol, pero muy
probablemente uno que forme parte de un período de transición.
Quizás es que
cada unos 20 años se puede distinguir un período de otro. Si así fuera,
concordaría con Guardiola alrededor de 2010, Sacchi alrededor de 1990 y Rinus
Michels alrededor de 1970.
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| Los intocables de Arrigo Sacchi |
Lo interesante será ver
en qué se parecen, para poder ir entendiendo el nuevo fútbol, y, sobre todo, lo
más importante será volver a disfrutar de una nueva temporada. Porque ahora sí,
el verano ha terminado y la batalla, empezado.
La clave es la superioridad numérica parcial. Ella es la que permite que al rival le dure poco el balón en los pies. Consiste en reunir en una franja de terreno muy estrecha (20-30m), a todos los jugadores salvo el portero, dos centrales y algún delantero. Si el rival es de inferior calidad,lo lógico es que intente jugar ordenado para evitar que se abran huecos, por ejemplo un 4-4-2 o un 4-5-1, de modo que frente a los 4-5 jugadores de la linea rival, hay 6-7 del Barcelona: Se cierran las líneas de pase, los centrocampistas se ven obligados a recibir de espaldas y a soltarla rápido antes que bien. Esto, aplicado sistemáticamente por unos jugadores que se coordinan en las ayudas, hace que el número de jugadas rivales que pasan de la linea de mediocampo se reduzca a un tercio o incluso menos de lo habitual. Si a un equipo grande es dificil meterle 1-2 goles, con 3 veces menos jugadas en campo contrario se quedan en 0-1. El Barça es, antes que nada, un equipo defensivo.
ResponderEliminarCuando tienen el balón aplican el mismo principio pero en sentido contrario. Ahora ese 1-2 jugadores extras, permiten facilitar las lineas de pase, los movimientos entre líneas y, algo muy importante, las incorporaciones de los defensas, fundamentalmente Alves, pero también Abidal o Piqué. De este modo se producen situaciones en los que en una parcela de terreno puede haber 3-4 jugadores culés frente a 1 rival, y de esos 3-4 uno de ellos es Messi,el cual tiene derecho de pernada para iniciar la jugada de penetración, bien para soltar el pase, bien para conducir y disparar, bien para arrastrar algún defensor.
Sin embargo la razón de que el Barça marque tantos goles no es que sea un gran equipo atacando (que lo es), sino porque posee mucho más balón y aborta antes las jugadas del contrario. La obsesión por salir con el balón jugado y por tocarla sin descanso aunque no se avance no es de estilo ni de ideal estético, es simplemente para evitar que el contrario no tenga el balón. Evidentemente para que esto funcione necesitas jugadores técnicamente muy finos (la mayoria lo son más que sus homologos de otros equipos) y un gran trabajo táctico detrás.
Y al final, si todo esto no funciona, a exagerar las faltas, a crispar innecesariamente al rival más proclive, a hacer sardanas en torno al árbitro, a fingir faltas si se avecina una acción clara del contrario, teatralizar agresiones que puedan propiciar amarillas o incluso rojas directas... Conseguir la superioridad numérica en todo el campo vía expulsión es algo que el Barça ha conseguido encasi 40 ocasiones, más del 20% de los partidos.
Pero incluso en este aspecto, se nota la perfeccionista mano de Pep, todo hay que decirlo.
Puede que esa sea la base del plan de juego del Barça, pero la pregunta es: ¿qué hay que hacer para superar este plan sin también usarlo pero de forma mejor?
ResponderEliminarEl Madrid lo intentó, y sólo lo consiguió en parte cuando estaban 11 v 11 y por la superioridad física. Yo aún estoy esperando a Sahin, porque por lo que he visto de este año, Mourinho quiere poder mantener el balón mejor para no sufrir tanto.
Al final, quizás todo se reduzca a pura estadística. Como dices, si tienes el balón no lo tiene el contrario, por lo que crea menos oportunidades y tu creas más (al menos teóricamente). Es cuestión de tiempo que los goles caigan a tu favor.
Por otra parte, hay justo lo que digo en el artículo. Si el Barça sigue ganando, empezarán a salir "imitadores". Cuando salgan imitadores de nivel, veremos qué se lo ocurre a Guardiola para contrarrestar su propio plan. Eso si es que todavía está en el Barça cuando eso pase, claro.